PRÁCTICAS DEL LENGUAJE 254 La fábula En la literatura encontramos innumerables ejemplos de narraciones con animales; por ejemplo, la conocida fábula de La cigarra y la hormiga. En ese texto, se relata la historia de una hormiga que trabaja incansablemente durante el verano con el propósito de construir su casa y juntar comida para el invierno. En cambio, la cigarra solo piensa en reír, bailar y cantar. También podemos leer cuentos cuyos personajes son animales; por ejemplo, Histo- ria de un collar (y de su famoso robo), en la página 258. Todas estas narraciones presentan al lector hechos propios de la imaginación del au- tor (ficticios), cuyos protagonistas principales son animales, con un comportamiento muy parecido al de los hombres; por ejemplo, la hormiga es muy trabajadora, la cigarra es ale- gre, divertida. Pero la estructura de la fábula –a diferencia de los cuentos– en muchas ocasiones está conformada por dos partes bien delimitadas. La primera corresponde a una narración, que se une a un brevísimo remate a modo de advertencia o enseñanza conocida como “mora- leja”. En la fábula El león y la liebre: “Muchas veces los hombres, en lugar de contentarse con discretos beneficios, dejan imprudentemente los que tienen en su poder persiguiendo esperanzas más risueñas”. CONOCEMOS LOS TEXTOS Presentación de los personajes. Por ejemplo: el león y el ratón con sus características. Presentación del conflicto. Por ejemplo: el león quiere comer al ratón y este ruega por su vida. La solución del conflicto. El ratón más pequeño salva al rey de la selva. La enseñanza que deja la historia. Por ejemplo: no debemos dejar de valorar a todos, aun a los más pequeños. ESTRUCTURA DE LA FÁBULA INICIO NUDO DESENLACE MORALEJA